domingo, mayo 03, 2009

Lucero dijo que no le incomodaría que sus hijos vieran las escenas sexy que hace en Mañana Es Para Siempre

Juan Carlos García

Ciudad de México (22 abril 2009).- Lucero no puede evitarlo: manipular, mentir y traicionar se han convertido en un deleite cotidiano que disfruta de la mano de Bárbara Greco. Pero aunque ya considera a ese personaje como un parteaguas en su carrera, no está dispuesta a quedarse atrapada en la villana de Mañana Es Para Siempre. Lo que es más, tal como "La Hiena" utiliza a otros para lograr sus fines, ella planea aprovechar la experiencia adquirida con este personaje para conseguir papeles más complejos en sus próximos proyectos. "No es bueno predecir, porque no sé qué viene mañana. Pero sí creo que esto me abre un panorama para interpretar a una protagonista diferente. Quizá a una mujer con una discapacidad o un defecto físico.
"Quiero volver a ser la heroína, pero también otro tipo de personajes. No encasillarme como la buena ni como la mala", afirmó.

Por lo pronto, el público sigue sorprendiéndose al verla en una faceta totalmente diferente a lo que había realizado en telenovelas durante sus casi 30 años de trayectoria. Porque si bien en Lazos de Amor (1997) dio vida a la caprichosa María Paula, no hay punto de comparación con las villanías de Bárbara. Sin embargo, no es sólo la maldad, sino las escenas candentes al lado de Sergio Sendel lo que le añaden atractivo a este nuevo reto en su carrera... Y provocan una que otra boca abierta cuando aparece enfundada en lencería sexy o con actitud seductora. "En televisión, eso es nuevo para mí. Pero en (la película) Zapata había hecho algo así. Si el personaje es de perversa y cruel, tienes que mostrarla como es", aseveró. "Y si voy a seducir a Damián (Sendel), debo aparecer como alguien lo haría en la vida real, no vestida de pies a cabeza. ¡Ni modo que salga con mojigaterías!". Además, señaló la actriz, esas secuencias se han realizado con tanto cuidado, que no le incomodaría que sus hijos las vieran cuando crezcan. "No creo que lleguen y me digan: '¿qué onda con esas cosas, jefa?", bromeó, "Nicandro (Díaz) es un productor a quien le gusta hacer telenovelas para toda la familia, y yo no vi mal (hacer escenas sugerentes). Quizá no estaban acostumbrados a verme así, pero están muy bien hechas". A Lucero tampoco le preocupa que el público se forme una imagen negativa de ella por culpa de "La Hiena", sobre todo porque los números parecen indicar lo contrario. "Me alegra decir que el rating es bueno y que mi personaje ha gustado. Bárbara es muy mala, pero la gente ya sabe distinguir entre el personaje y la persona", consideró "ya pasaron los días en que te agarraban a jitomatazos por ser el villano en una telenovela. Público y artistas hemos evolucionado".

Descarta el bisturí
A sus 39 años, Lucero descarta la posibilidad de recurrir al bisturí. Y tiene dos razones de peso: le da miedo que los resultados no sean satisfactorios y considera que siempre habrá buenos papeles adecuados con su edad. "Me gusto así como estoy y acepto el paso del tiempo. Respeto mucho a quienes se hacen una cirugía, pero yo 'le saco'. Es como un volado, ¿qué tal si no quedo como quisiera? "Además, la gente me conoce desde niña, sabe cuántos años tengo. Ni modo que llegue a los 50 con un rostro de 25 ¡Imposible! Ni yéndome a vivir a Corea me la creerían", bromeó. Por eso, figuras como Meryl Streep y Glenn Close son sus modelos a seguir, ya que son ejemplo de que una mujer puede tener peso importante dentro de una serie o película, tenga los años que tenga.

NOTA DE REFORMA Y REPRODUCIDA POR LUCERITIS DE El Foro de LUCERO en UNIVISION


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