"Es un agasajo trabajar con Lucero" Rogelio Guerra goza besando a La Hiena.

Hace 17 años, Rogelio Guerra fue el padre de Lucero en Los Parientes Pobres. Hoy, en Mañana Es Para Siempre, es su esposo. Muchos le temerán a La Hiena, pero para el actor el poder trabajar con la Señora Mijares le alborota “la hormona” ya que la considera una inyección de energía, casi como un Viagra ambulante. "A esta edad, besar a una flor..." El intérprete de Gonzalo Elizalde reconoce que la juventud y belleza de su co-protagonista provocan a cualquiera. “Aunque ella es una mujer felizmente casada, creo que sería el antídoto perfecto para reavivar las hormonas de cualquier hombre de la tercera edad, como me pasa en la novela”. Eso si, Rogelio indicó que las escenas pasionales las realiza con mucho respeto. “Somos actores y se antepone la actuación por encima de las emociones personales. Es un agasajo trabajar con Lucero porque es muy profesional, y francamente, hasta a veces me da coraje que esas escenas salgan a la primera (ríe)”. Bárbara Greco, personaje que encarna Lucero, le trae recuerdos al actor, ya que su primera esposa fue tan manipuladora como ella. “A veces no te das cuenta del poder mental que tiene la otra persona para manipularte a su antojo. Eso viví hace muchos años. La mujer me dominaba de tal manera que no me daba cuenta. Así es Bárbara, maneja a todos a su antojo tan bien que todos caemos en sus redes por su doble personalidad”. Cuando se le pregunta qué se siente enamorarse de una mujer más joven Rogelio comenta. ” Todos me dicen ¡qué bárbaro! ¿Cómo es posible que éste ahí con esa hermosura de mujer, que es Lucero? Todos me envidian porque estoy con Lucero que hace Bárbara Greco o “La Hiena”. Es que tiene un candor especial. Es una mujer con belleza natural, con porte, distinción y sobre todo simpatía”.
El intérprete de Gonzalo señaló que uno de las cosas que más goza son los besos que le tiene que dar a Bárbara. “Es un agasajo, tengo que demostrar que gozo esos besos para que el público lo crea, pero si rozar definitivamente los labios de ella es sensacional porque a esta edad besar a una flor, significa que todavía se puede amar. Creo que eso ve la gente de mi edad real que se puede amar a alguien más joven para inyectarte energía”. ¿Es cierto que una persona más joven te da vitalidad? ¡Por supuesto!, lo digo por experiencia propia. Estoy casado con una mujer más joven. Le llevo 26 años de edad, me inyecta juventud, energía, alegría, vigor sexual y justamente con ella es con quien practico las escenas pasionales que me tocan hacer. Ella me prepara muy bien y bueno con el profesionalismo y sensibilidad de Lucero todo fluye más rápido. ¿Contento con éstos personajes? Feliz. Gonzalo y Artemio son un garbanzo de a libra, sobre todo porque ya no hay papeles para la gente de mi edad y que sea el protagonista es una bendición.
Mi gratitud a la empresa y al productor Nicandro Díaz que se fijaron en mí para destacarlos y de verdad que les entrego a cada uno el corazón y los resultados lo comprueban”.