sábado, julio 12, 2008

Martha Figueroa acepta que Lucero se ve espectacular en la revista ¡Hola!


No sé si ando mal de los nervios o porque me impacto tan seguido.

Lo mismo me pasó cuando vi la nueva imagen de Lucero, ¿qué le pasó?

Acabo de estar en un sobremesa en la que alguien preguntó ¿vieron a Lucero en el ¡Hola!? Siempre he pensado que no porque estemos en vacaciones, hay que bajar el nivel de las conversaciones después de la comida.

Bueno, pues yo, con lágrimas en los ojos, respondí ¡qué cuerpazo, está impresionante! Lloré, básicamente, por envidia y porque mis amigos empezaron a presionar de una forma inhumana.

Decían ‘¿a ver, por qué no lo escribes?’, ‘¿por qué no reconoces en tu columna que está guapísima?’, al tiempo que repetían a coro: ¡humildad, humildad, humildad!

Pues aquí estoy en un momento de humildad periodística, sin precedentes, para decirles que soy la primera admiradora de la nueva figura de Lucero. Es más, creo que la famosa foto en la que aparece en bikini en el mar de Cortés es la mejor que le han tomado en la vida.

Parece que se escapó de un anuncio de yogurt con fibra. Es la "Srita. Bifidus" (ja ja).

Si yo fuera Lucero ¿saben qué haría? Hombre, ya sé que si fuera ella estaría casada con Mijares (y no estaría mal que me despertaran con un "Soldado del amor, en ésta guerra entre tú y yo…"), pero lo que quería decir es que si fuera Lucero, pondría esa foto en todas partes, la cambiaría por la de la boda, por la del gafete de Televisa, de la licencia, del pasaporte, etc. Es que sale, lo que viene siendo, es-pec-ta-cu-lar.

Aparte de morir de envidia, moría por saber qué se hizo y lo pregunté.

Mi amigo Martín dijo: "seguro se operó algo", pero Manolo, que la defiende como nadie, contestó que "sólo se ha operado las anginas y el bazo", o sea, "nada físico".

Fue Martha la que desveló la incógnita: tiene un gimnasio en su casa y es feliz haciendo yoga.

Esta bien, les creo. Aunque yo hice yoga y no quedé así, tal vez porque sólo entré a una clase. Y también tendrá que ver el metabolismo ¿no? y hay quienes tenemos un metabolismo súper desgraciado.

A lo que iba es que dicha portada en una revista, provocó que Lucero recibiera varias propuestas, como convertirse en la nueva Aventurera.

Pensaron "si ya salió con poca ropa, claro que aceptará ponerse los mini trapitos con lentejuelas y plumas que dejó Edith González". Pues no.

Por: Por Martha Figueroa, Miércoles, 09 de Julio de 2008

Fuente: elmanana.com.mx

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